Una de las formas de organizar el tiempo es observando cada uno de los cuadrantes y enfocarnos en ellos.
Cuando sabemos lo que es verdaderamente importante para nosotros, actuamos cada día para ser y hacer lo que necesitamos para lograr nuestras metas. Debemos seleccionar y priorizar esas actividades para alcanzar los resultados propuestos.
Discernir entre lo urgente y lo importante y lo que no lo es, es vital para la consecución de nuestros objetivos. Para esto es de gran ayuda el gráfico de los cuadrantes del tiempo:
1. En el primer cuadrante encontramos lo URGENTE e IMPORTANTE. Las primeras acciones del día, las que tienen vencimiento, son relevantes o por las cuales disponemos de un lapso corto de tiempo para realizarlas.
2. En el segundo cuadrante aparecen las acciones que son IMPORTANTES pero no tienen fecha de caducidad. En este cuadrante podemos PLANIFICAR, ORGANIZAR Y HACER FOCO EN LA META. Lo ideal sería vivir la mayor parte del tiempo en este lugar, donde tenemos tiempo para decidir lo que queremos hacer.
3. En el tercer cuadrante aparece lo que es URGENTE pero NO tan IMPORTANTE. Acá podemos pedir ayuda y delegar nuestras tareas en quien creamos competente para realizarlas.
4. En el último cuadrante aparecen las acciones que son irrelevantes para nuestros objetivos, que si se realizan, perdemos tiempo. Son las que utilizamos para “escapar” cuando pasamos tiempo en el primer cuadrante y éste nos provoca estrés.
Una forma excelente de organizar tu tiempo es registrando cuánto tiempo le dedicas a cada cuadrante en tu día/semana/mes. De esta manera tendrás una idea más clara sobre cómo deberás encarar tu planificación del tiempo.
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